1.          Alcornoque. Especie arbórea de hoja perenne y madera muy dura; su fruto es la bellota, y de su corteza se obtiene el corcho. En España es propio del bosque esclerófilo mediterráneo, ya que se adapta bien a la sequía estival.

2.          Bosque caducifolio está formado por árboles, altos (más de 30 metros), de hoja grande que cae en otoño. Posee relativamente pocas especies, que se reúnen en grandes masas forestales. Las más características son robles (carvallos) y hayas. –El haya suele formar masas monoespecíficas o mixtas con el roble. Tolera mal el calor y muy bien el frío y exige una gran humedad, por lo que en general es un árbol de montaña que se adapta a suelos calizos y silíceos, moderando la acidez de éstos últimos, aunque prefiere los calcáreos (por lo que está casi ausente de Galicia). Su crecimiento es bastante rápido y su madera, dura y de buena calidad, se usaba tradicionalmente para carboneo, celulosa o construcción. Su fruto, el hayuco, servía para alimento del ganado y para extraer aceite. Actualmente la madera se emplea para leña y muebles. –El roble tiene menor tolerancia al frío y exige menos humedad que el haya. Su crecimiento es lento, y su madera, noble y dura, se emplea en la construcción (vigas, parquet), traviesas del ferrocarril, barcos, muebles y leña. Las demás especies del bosque caducifolio tienen carácter secundario y han sido favorecidas por el hombre: castaños, fresnos, tilos, olmos y avellanos. En el sotobosque crecen helechos y musgos, en un ambiente de sombra causado por la frondosidad y las copas anchas de los árboles.

3.          Bosque marcescente de rebollo y quejigo, de árboles menos altos (20 m), que mantienen sus hojas secas hasta el nacimiento del nuevo brote.

4.          Bosque perennifolio. Debe adaptarse a la sequía estival. Está formado por árboles de mediana altura, con raíces muy extendidas en superficie o en profundidad para captar el agua. La corteza es gruesa y rugosa, y las copas globulares y amplias, para mitigar la insolación y la evaporación. Las hojas son perennes, duras y tienen varios sistemas para adaptarse a la sequedad y disminuir la transpiración (son pequeñas, pilosas, se transforman en espinas o bolas, tienen revestimientos protectores de resinas, cera o goma, etc.). Las especies más características son la encina y el alcornoque. El pino es una formación vegetal secundaria, que se ha extendido por amplias zonas como resultado de la intervención humana. El bosque perennifolio posee un rico sotobosque, porque los árboles se sitúan algo apartados unos de otros y la luz penetra fácilmente. Actualmente se ha producido la destrucción de extensas áreas, al haber perdido una gran parte de sus usos tradicionales y como consecuencia de los incendios.

5.          Campana de polvo y contaminación que se crea sobre la ciudad en invierno y con situación anticiclónica se debe a las partículas de polvo y humo. Estas ascienden en la zona centro de la ciudad (más caliente) y descienden en la periferia, creando una circulación interna que se mantiene hasta que la campana es eliminada por un fuerte viento o lluvia. Produce alteraciones en las plantas y edificios y enfermedades pulmonares.

6.          Conífera. Especie arbórea caracterizada por tener una copa cónica y pequeñas hojas aciculares, el sotobosque suele ser escaso debido a la acidificación del suelo por las acículas. Las coníferas se pueden adaptar a condiciones extremas de humedad o aridez, frío o calor; en España la especie que más predomina es el pino entre los que destacan el abeto, el pino negro, pino silvestre, pino carrasco, pino laricio y la sabina o pinsapo.

7.          Deforestación. Es la destrucción de la cubierta vegetal de una zona. Tiene como causas las roturaciones agrarias para cultivar u obtener pastos, la ocupación del espacio forestal por otros usos (industriales, segundas residencias, infraestructuras, etc.) y los incendios (accidentales o intencionados). La consecuencia es un incremento de la erosión del suelo, pues la vegetación fija el suelo con sus raíces y evita que las gotas de lluvia golpeen contra él. Una solución al problema son las repoblaciones forestales.

8.          Dehesa: Tipo de paisaje de origen antrópico en el que el bosque de encinar, alcornocal o robledal ha ido "aclarándose" para dejar paso a la aparición de zonas de prados dedicadas a la ganadería Es una gran explotación agroganadera, que, en las zonas de sierra, tiene un aprovechamiento más forestal de la madera de encina y alcornoque. La dehesa tradicional tenía una orientación principalmente ganadera, como pasto para rebaños de ovino y porcino y, secundariamente, bovino; las tierras cultivadas, en rotaciones muy largas, tenían como fin producir alimentos y rastrojos para el ganado durante el largo período de sequía estival, lo mismo que el fruto de las encinas y alcornoques, utilizado en la etapa final de ceba del cerdo. En la actualidad, el vacuno tiene mayor peso relativo; algunas áreas de mejores suelos se destinan a la agricultura mecanizada; y otras se han reconvertido hacia otros usos, como la caza. Es característica de las zonas silíceas del oeste peninsular (penillanuras zamorana, salmantina, extremeña y Sierra Morena).

9.          Depuradora: Instalación que trata las aguas residuales para evitar que contaminen, sometiéndolas a diversos procesos de filtrado. Su principal problema es la eliminación de los lodos que se generan tras depurar el agua. En España todavía existen importantes localidades que carecen de ellas o que solo realizan una depuración parcial. La Unión Europea obliga a instalarlas en las localidades de más de 10.000 habitantes antes del 2005.

10. Desertificación. Es el resultado de la acción humana (pastoreo o agricultura abusivos) sobre un determinado ecosistema, tiene como consecuencia la desaparición de la vegetación autóctona de la zona y, en ocasiones, su transformación en una región árida o semiárida. Es un fenómeno que, en los últimos años, en España, está resultando especialmente grave en ciertos espacios de la zona sur, como Almería.

11. Disminución del espesor de la capa de ozono, que protege de las mortales radiaciones ultravioletas del sol, se debe principalmente al cloro, que se encuentra en los CFCs (clorofluorocarburos) empleados en los aerosoles y refrigerantes. Este problema afecta a la vida vegetal, animal y humana (aumento del cáncer de piel y cataratas).

12. Ecosistema. Se denomina ecosistema a la unidad elemental de la Biosfera, constituida por una parte del espacio terrestre (tierras emergidas o aguas) homogénea desde el punto de vista topográfico, microclimático, botánico, zoológico, etc. Por ello, podemos decir que es el conjunto de una comunidad de seres vivos (biocenosis) y el entorno en el que vive (biotopo) en el que ambos están en continua interacción. Puede tener dimensiones variadas, pero siempre tiene cierta homogeneidad. Al ser un sistema abierto, sus límites son hasta cierto punto arbitrarios; todos los ecosistemas de la tierra aparecen imbricados unos con otros.

13. Efecto invernadero: es un fenómeno natural provocado por el vapor de agua y gases como el metano y el dióxido de carbono, que dejan pasar la radiación solar; pero, una vez que llega a la Tierra, la retienen e impiden que escape al espacio exterior el calor irradiado por la Tierra, actuando del mismo modo que el cristal de un invernadero. Gracias a ello la Tierra mantiene cierta temperatura y es habitable. Sin embargo, el aumento de las emisiones de gases con efecto invernadero por la actividad humana hace que la cantidad de calor retenida sea mayor. Las principales consecuencias son el aumento global de la temperatura de la Tierra y cambios climáticos, especialmente un aumento de la sequía. En el Protocolo de Kyoto para frenar el cambio climático, la Unión Europea se comprometió a reducir sus emisiones conjuntas de CO2 en un 8% respecto al nivel de 1990. En el reparto interno de la cuota, autorizó a España a aumentar las suyas en un 15% entre el 2008 y el 2012, pero si las emisiones continúan al ritmo actual (22,8% en 1998), rebasará con mucho los límites establecidos.

14. Encinar: es un bosque en el que predomina la encina, el árbol más característico y extendido del clima mediterráneo. Es resistente a la sequía y se adapta a todo tipo de suelos. Tradicionalmente se aprovechaba la bellota para el ganado, y su madera, muy dura y resistente, para ruedas, carpintería exterior, utensilios y carbón, muy apreciado por su buena combustión y su alto poder calorífico. Hoy ha perdido buena parte de estos usos (salvo el marginal de la bellota para alimentar al cerdo ibérico). Los bosques de encinas mejor conservados se encuentran en Sierra Morena, Extremadura y la sierra de Guadarrama.

15. Endemismo. El término se puede aplicar en geografía con una doble acepción: sería, en primer lugar, una distribución geográfica limitada de especies vivas, es decir, animales o plantas propios y exclusivos de regiones muy concretas. El territorio español cuenta con un número importante de endemismos: en Canarias existen más de 500 especies endémicas, en la Península la mayor proporción se encuentra en Andalucía, uno de los ejemplos es el pinsapo de la sierra de Grazalema. En segundo lugar, el término endemismo se aplica también, en geografía humana, para calificar problemas circunscritos a zonas concretas, generalmente del mundo subdesarrollado; se habla, por ejemplo, de "enfermedades endémicas" con respecto a aquellas que tienen una mínima incidencia, o incluso están erradicadas, en los países más avanzados, pero que siguen provocando gran número de muertes en países del tercer mundo.

16. Esclerófilo. Bosque que se adapta bien a la sequía estival, ya que los árboles que aparecen en él son de media altura, con raíces muy extendidas, corteza gruesa, hojas perennes y duras. Las especies más comunes son la encina y el alcornoque, especies de madera dura, poco apta para la explotación maderera, lo que ha provocado la extensión del pino. Aparece acompañado de un muy rico sotobosque, debido a la abundante luz que llega al suelo. Es el tipo de bosque típico del dominio climático mediterráneo, aunque en los últimos años ha visto disminuida su extensión por motivos económicos.

17. Espacio natural protegido. El espacio natural es el área en la que predominan los elementos naturales o que tienen unas características paisajísticas o biológicas especiales. La primera Ley de Espacios Naturales Protegidos es de 1975, una vez aprobada la Constitución se aprobó también la Ley de Conservación de Espacios Naturales y de la Fauna y la Flora Silvestres, esta ley establece el mantenimiento de estos ecosistemas. En la actualidad hay en España más de 500 espacios naturales protegidos, el mayor número de espacios protegidos son los parques naturales como el de la Sierra de Grazalema o el de Las Tablas de Daimiel.

18. Estepa: es una formación vegetal constituida por hierbas bajas, entremezcladas con arbustos espinosos, nudosos, bajos y discontinuos, que dejan al descubierto suelos pobres. Es característica de la zona semiárida del sureste peninsular y de Los Monegros en Aragón, donde la sequía impide el crecimiento de los árboles y de las zonas donde la garriga ha sido degradada por la acción humana. Entre sus especies destacan el palmito, el tomillo, el espartal y el espárrago.

19. Garriga. Formación vegetal mediterránea de los suelos calizos, constituida por encinas entremezcladas con matorrales y plantas herbáceas. Aparece cuando se degrada el bosque mediterráneo por un clima demasiado seco, el fuego y el abuso del pastoreo dejando zonas sin cubrir, donde aparece la roca.; se trata de una involución generalmente irreversible. Las especies más características son la coscoja, la jara, el madroño, la lavanda y el romero, el tomillo y el espliego. No es una vegetación clímax sino el resultado de la degradación del bosque mediterráneo por la acción humana.

20. Hayedo. Es un bosque cuyo árbol más frecuente es el haya, característico del clima oceánico. El haya suele formar masas monoespecíficas o mixtas con el roble. Tolera mal el calor y muy bien el frío y exige una gran humedad, por lo que en general es un árbol de montaña que se adapta a suelos calizos y silíceos, moderando la acidez de éstos últimos, aunque prefiere los calcáreos (por lo que está casi ausente de Galicia). Su crecimiento es bastante rápido y su madera, dura y de buena calidad, se usaba tradicionalmente para carboneo, celulosa o construcción. Su fruto, el hayuco, servía para alimento del ganado y para extraer aceite. Actualmente la madera se emplea para leña y muebles.

21. Landa es una vegetación densa de matorral, cuya altura puede ser escasa o llegar hasta los 4 m. Las especies más abundantes son el brezo, el tojo y la retama. Característica de las zonas europeas de clima oceánico. Se da en zona norte de España en los pisos superiores del relieve. No es una formación vegetal espontánea, sino que aparece como degradación del bosque caducifolio o como vegetación supraforestal entre los 1.600 - 2.000 m. Suele usarse para cama de los animales y luego como abono.

22. Lluvia ácida. Es una forma de precipitación con un grado de acidez más elevado que el normal. Se produce cuando las emisiones de azufre y nitrógeno se mezclan con el vapor de agua contenido en el aire y se transforman en soluciones diluidas de ácido sulfúrico y ácido nítrico, que caen a la superficie terrestre con el agua de lluvia Está provocada por la emisión de gases a la atmósfera, sobre todo los de las centrales térmicas, de algunas industrias y de las calefacciones domésticas. Las consecuencias son problemas respiratorios en las personas y grandes daños en la vegetación, los cultivos y los suelos. En España la lluvia ácida afecta a algunas zonas de Galicia, Cataluña, Aragón, Valencia y Asturias.

23. Maquia o maquis. Tipo de vegetación de monte bajo mediterráneo, perenne y arbustiva, bastante exuberante y casi impenetrable, de más de dos metros de altura. Las plantas características son matorrales esclerófilos como el olivo silvestre, la jara, el madroño, el brezo el lentisco, la retama y el romero. No es una formación vegetal clímax sino el resultado de la degradación del bosque mediterráneo en suelos silíceos por el ser humano.

24. Marea negra: es una capa de petróleo que flota en la superficie del mar y alcanza la orilla, procedente generalmente de accidentes de petroleros o de un pozo submarino. El vertido se extiende rápidamente por la superficie del agua, donde hace más lenta la evaporación y la oxigenación, frenando el proceso de autodepuración; también es arrastrado por el viento y contamina el litoral y se deposita en el fondo, donde si se mezcla con la arena, puede prolongar sus efectos tóxicos muchos años. Sus efectos son muy dañinos, tanto por la ingestión de hidrocarburos por organismos marinos como por el enviscamiento y paralización de los movimientos. Las algas desaparecen o descienden en número, los moluscos y crustáceos dejan de ser comestibles, los peces ven afectadas sus huevas y su alimento y las aves marinas, al posarse sobre las capas de petróleo para alimentarse o descansar, se enviscan y no pueden volver a volar o mueren porque los hidrocarburos disuelven las grasas que dan impermeabilidad a su plumaje y las aíslan del frío. Para luchar contra las mareas negras se utilizan disolventes naturales (paja, serrín) o sintéticos o bien, si el mar no está muy movido, barreras flotantes que limitan la extensión de la capa y permiten absorber una parte por bombeo. Estos vertidos no sólo se producen por accidentes, éste fue el caso del petrolero "Mar Egeo" en La Coruña en 1992 y también el del " Prestige" en la "Costa da morte" en noviembre del 2002, sino también cuando estos barcos limpian sus tanques. Las consecuencias son muy graves y duraderas, ya que los productos utilizados tanto para disolver como para agrupar el crudo son igualmente contaminantes. Los efectos se manifiestan en las costas y, sobre todo, en la pesca.

25. Matorral resulta de la degradación del bosque por el hombre, no es una formación clímax. Está constituido por la maquia, la garriga y la estepa. • La maquia es una masa arbustiva densa, casi impenetrable, de más de dos metros de altura. Está integrada por matorrales como jara, brezo, lentisco y retama. • La garriga está formada por arbustos y matorrales de poca altura, que dejan zonas sin cubrir, donde aparece la roca. Especies características son el tomillo, el romero y el espliego. • La estepa puede aparecer cuando se degrada la garriga. Está formada por arbustos espinosos, nudosos, bajos y discontinuos, que dejan al descubierto suelos pobres.

26. Medio ambiente: es el entorno vital, el marco en el que se desarrolla la vida en la Tierra. Está constituido por un conjunto de elementos (relieve, clima, aguas, vegetación, fauna, suelo), que actúan de forma interrelacionada. El medio ambiente es la principal fuente de recursos para el ser humano. A su vez, la acción antrópica incide sobre el medio, destruyéndolo, sobreexplotándolo y contaminándolo o emprendiendo actuaciones destinadas a su protección y a su explotación de forma sostenible.

27. Monumentos naturales son formaciones naturales de notoria singularidad, rareza o belleza.

28. Parques nacionales. Espacio natural protegido. Poseen una relativa extensión y unas características peculiares fruto de su estructura geológica, su hidrografía, su vegetación o su fauna. Por ello su conservación se declara de interés nacional y prima sobre los demás usos. Desde 1998 se cogestionan por el Estado y las comunidades autónomas donde se encuentran. La ley establece que deben incluir muestras representativas de los principales ecosistemas.

29. Parques naturales, de menor extensión que los parques nacionales, mantienen la explotación de los recursos primarios de la zona a la vez que fomentan el turismo rural. Son gestionados por las comunidades autónomas.

30. Pradera. Formación herbácea que crece donde las condiciones climáticas son demasiado áridas (calor y sequedad) para el árbol. La pradera puede ser una formación natural formada por la imposibilidad climática para que se desarrolle el árbol, o humana cuando los prados sustituyen a los bosques tras ser roturados por el hombre.

31. Prados de alta montaña: Vegetación herbácea propia de las zonas más elevadas de los relieves montañosos, donde el frío y los largos periodos que el suelo aparece cubierto por la nieve impiden que se desarrollen plantas de mayor tamaño. El prado, al tener un periodo vegetativo corto, puede crecer en estas condiciones. Aparece en el piso alpino de las montañas pirenaicas, por encima del piso supraforestal en la montaña atlántica y en el fondo de algunos valles y otras zonas húmedas de la montaña mediterránea.

32. Red Natura 2000: pretende la conservación de los espacios naturales y de la flora y la fauna silvestres gravemente amenazados en los estados miembros de la UE. Cada uno propone una lista nacional, que, tras ser aprobada por la Comisión, pasa a formar parte de los LIC (Lugares de Interés Comunitario) y permite declararlos Zonas de Especial Conservación. La lista española, propuesta por las comunidades autónomas, comprende 653 lugares, que ocupan más de 7 millones de hectáreas.

33. Reservas naturales, de una superficie no muy grande, protegen ecosistemas o elementos bióticos que por su rareza o fragilidad merecen una valoración especial.

34. Sotobosque: es la vegetación que crece bajo los árboles de un bosque. Está compuesta, en sentido estricto, por todos los vegetales menores leñosos, que constituyen una especie de subestrato del bosque y, en sentido amplio, también por los vegetales semileñosos y herbáceos que forman el tapiz herbáceo.

35. Xerófilo. Es el conjunto de plantas que viven en medios secos. Desarrollan diversas adaptaciones a la sequía, como raíces muy extendidas o profundas; tallos carnosos; hojas con escasos poros, pilosidades o protección de ceras; espinas, etc. En España, esta vegetación se encuentra en la zona árida del SE (palmito, tomillo, espartal y espárrago) y en las zonas bajas de Canarias (cardón, tabaiba).